Son muchas las propiedades que se le atribuyen al ciprés. Está indicada para combatir las alergias por su propiedad balsámica, útil contra el asma, contra la tos persistente. Ayuda en los procesos de resfriados o gripe, en inhalaciones o sobre un algodón donde echaremos unas gotas de esencia, lo ponemos debajo de la almohada o entre la ropa cercano al pecho.
El aceite esencial de ciprés está indicado, entre otras propiedades, para el cuidado de la piel y el cabello ya que estimula la circulación y regula la secreción sebácea. Resulta astringente, por lo que se utiliza en pieles mixtas y grasas. En baños templados o aceites de masaje, estimula y reanima los músculos doloridos después del ejercicio. Combate la sudoración excesiva (especialmente de los pies), utilizado como desodorante. Así mismo se puede utilizar en compresas para las varices y capilares rotos mezclándolo con aceite de lavanda y diluido en aceite de Caléndula.